Una vez todo a vuelto a la normalidad y lo prestado ha sido devuelto, toca ser justos y agradecidos con todas aquellas personas que desde el anonimato o no, han sido partícipes de los grandes días que como hermandad nos ha tocado vivir. Cuando hace ahora un año se publicaba nuestra participación en el Vía Crucis Jubilar Diocesano que se celebraba el pasado 7 de Julio, tuvimos el miedo de saber si estaríamos a la altura del acontecimiento al que habíamos sido invitados, y sobre todo, si a pesar de nuestra juventud seríamos capaces de dar el mil por mil ante un evento de estas características. Ni en los mejores sueños, esa es la realidad. Él ha ido allanando el camino, es está claro. Él ha ido colocando a las personas necesarias, abriéndonos las puertas a las que llamábamos y sobretodo siendo los oídos de quien nos escuchaba. Cómo se ha gestado todo esto no sabríamos explicarlo ahora mismo, pero algo si es cierto, nos ha dado la constancia, la fuerza y la valentía para conseguirlo.
Quisiéramos en primer lugar, dar las gracias al Secretariado Diocesano de Hermandades y Cofradías en la persona del Rvdo. Padre Juan Enrique y a la comisión organizadora, por la confianza depositada en nosotros. La juventud y nuestra corta experiencia podrían haber jugado en nuestra contra y para vosotros eso no ha motivado ni un solo problema. Gracias por regalarnos tantos días maravillosos. A las Madres Carmelitas Descalzas, no hemos podido tener mejor preparación y no hemos podido estar en mejores manos. Hemos estado como en casa en todo momento y lo que nos traemos de este bello Convento se queda en el interior de nuestros corazones, que el Señor del Amor os lo premie. A la comunidad franciscana y a la Hermandad decana de la Vera Cruz de Cádiz y Puerto Real, los momentos vividos en el interior de san Francisco solo hacían presagiar lo que viviríamos a partir de entonces, fue un orgullo para nosotros poderlos compartir junto a vosotros ante este recibimiento, más aún ante la más antigua de las hermandades gaditanas. A tantos y tantos hermanos que habéis dado un paso al frente viviendo con la mayor intensidad posible todo lo que a rodeado nuestra participación en el Vía Crucis. Si de algo tenemos que estar orgullosos, es de nuestro crecimiento y fortalecimiento como Hermandad, todo lo que hemos sido capaces de conseguir ha sido gracias a la implicación y compromiso vuestro.
Seguid así y seremos capaces de cualquier cosa. A la comisión Pro-Túnica y al grupo de hermanos que la ha conformado, gracias por vuestro trabajo y sacrificio, el Señor del Amor no ha podido lucir mejores galas ante un evento histórico como este. A esos hermanos como Fran Ariza o Jesús Canto que han puesto su tiempo a disposición de la Hermandad en cuanto al transporte de enseres, imágenes secundarias de Chiclana a Cádiz, valoramos tanto todo esto que esta Junta de Gobierno siempre estará en deuda con vosotros. A Fernando Aguado por su gestión e incondicional colaboración. Gracias a ti hemos podido vislumbrar en parte lo que nos deparará el futuro, esperemos que cercano. A la querida Hermandad del Ecce Homo de Aspe. Que deciros que no os hayamos dicho ya, nos habéis regalado a esta Hermandad el sueño al que aspira, al menos durante una noche. Hemos podido disfrutar de un misterio al completo en una jornada histórica y el Señor ha ido acompañado no solo de seis imágenes secundarias si no del cariño de un pueblo, el de Aspe y una Hermandad la de la Presentación al Pueblo, que han conseguido que lo vivido estos días tenga más sentido aún. Igualmente a la Hermandad de la Sentencia de Jerez, no dudasteis un solo segundo en ceder el Trono que ponía la guinda del pastel al conjunto escultórico. Esto os hace más grandes aún. A esas personas que desde su anonimato han hecho posible todo esto. Entendemos y respetamos vuestro anonimato pero esta ciudad de Chiclana debe estar orgullosa por los chiclaneros que como vosotros atendéis a las peticiones que como en nuestro caso habéis tenido a bien conceder, el Señor del Amor os lo premie y esta Hermandad os tendrá siempre es sus oraciones. A la Banda de CC y TT Amor y Sacrificio de Lebrija, creo que no habéis dejado a nadie indiferente, lo disteis todo e hicisteis disfrutar a cuantos miraban el transitar de la Cofradía y prueba de ello la cantidad de vídeos que moran las redes sociales.
Al benemérito Cuerpo de la Guardia Civil. Gracias y mil veces gracias una vez más. No hubo nunca mejor escolta para el traslado del Señor del Amor a Cádiz y mucho menos para el procesionar por sus calles. A capataces y costaleros, una vez más habéis demostrado vuestro grado de compromiso, el andar del Señor fue majestuoso y no paramos de recibir felicitaciones gracias a vuestro trabajo. La legión de Fuenteamarga volvió a demostrar que en Chiclana las cosas se hacen muy bien y podemos estar orgullosos de la repercusión que todo esto ha tenido. A camaristas, costureras y priostes, gracias por vuestro tiempo, en cuanto pasó la Semana Santa pusimos el mecanismo en marcha y el resultado ha sido inmejorable, desde los arreglos del paso de la mano de nuestro hermano Antonio a las ánforas que fueron donadas por José luis Cubero y los jóvenes de la Hermandad, ha los detalles de última hora o la subida del Señor al paso en uno de los cambios más emocionantes que se recuerdan. A nuestros vestidores, el Señor iba majestuoso como siempre lo hacéis y vuestros consejos dieron el mejor resultado, gracias una vez más. A todas las Hermandades que han cedido parte de su patrimonio para que el Señor luzca de la mejor manera posible. Garcias a la Hermandad de la Expiración y Ecce Homo de Cádiz así como a la Soledad de Vejer una vez más. En Chiclana tenéis vuestra casa.
Al Ayuntamiento de Chiclana por su colaboración y al pueblo de Chiclana que quiso acompañarnos, nos sentimos muy arropados. Por último reiterar el agradecimiento a tantos y tantos hermanos que hicisteis más grande estos días dotando de auténtico significado la palabra Hermandad. Seguimos en la senda de la ilusión y el trabajo sigue marcando nuestro tiempo, contamos con todos vosotros.
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