La gracia de ser agradecido
Una vez todo a vuelto a la normalidad y lo prestado ha sido devuelto, toca ser justos y agradecidos con todas aquellas personas que desde el anonimato o no, han sido partícipes de los grandes días que como hermandad nos ha tocado vivir. Cuando hace ahora un año se publicaba nuestra participación en el Vía Crucis Jubilar Diocesano que se celebraba el pasado 7 de Julio, tuvimos el miedo de saber si estaríamos a la altura del acontecimiento al que habíamos sido invitados, y sobre todo, si a pesar de nuestra juventud seríamos capaces de dar el mil por mil ante un evento de estas características. Ni en los mejores sueños, esa es la realidad. Él ha ido allanando el camino, es está claro. Él ha ido colocando a las personas necesarias, abriéndonos las puertas a las que llamábamos y sobretodo siendo los oídos de quien nos escuchaba. Cómo se ha gestado todo esto no sabríamos explicarlo ahora mismo, pero algo si es cierto, nos ha dado la constancia, la fuerza y la valentía para conseguirlo. Q